Leí algo que publicó una persona
que se dedica a la crítica literaria, decía que se escribe con el cuerpo, con
los pies, con los hombros, con la espalda. Que se escribe con el cansancio, con
el corazón, y con la garganta. Puede ser que sea así, es probable que algunos
escritores (o todos) plasmemos lo que nos pasa en nuestro cuerpo cuando
escribimos, puede que plasmemos nuestro pasado, nuestras preocupaciones, o
nuestros sueños. Pero solo lo que se escribe con el alma llega al alma, solo lo
que se escribe con el corazón toca al corazón.
Lo que se escribe con el alma
jamás se borra, ya que donde llega deja huellas para siempre. Lo que se escribe
con el alma es una llave maestra que conduce a los espacios sin tiempo que
habitan en el infinito, y son para los que escribimos las herencias que no se
roban, el tesoro que no se pierde, la vestimenta que ninguna polilla puede
arruinar.
El alma plasmada en lo que
hacemos nos hace eternos.
Yo hago esto, yo me dedico a
esto, a traer mi alma a mi mano y dejarla trazada en vibraciones que se plasman
con la tinta de mi lapicera en trazos que son eternos para que quien al leerlas
sienta mi presencia.
Ale Flores
28 de Septiembre de 2019
La Merecida
Silla Azul
Espacio Sagrado
Altar de Fuego
Con Kika y Conny
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