jueves, 8 de agosto de 2019

El mundo es de los que se animan




Los disparos que te llegaron en forma de palabras se grabaron en tu mente y moldearon tus pensamientos. Los creíste, y por eso creaste en tus vibraciones sentimientos y pensamientos que atrajeron a tu vida situaciones que te hicieron creer que las sentencias de quienes se creyeron tus jueces de tu vida eran penas que deberías vivir eternamente, y que la felicidad no te correspondía. Pero acá entro yo en el juego de la mente, y te digo que solo es realidad lo que vos creas, que así como en algún momento pudiste hacer carne las palabras de otros, ahora podes erradicarlas de tu vida como quien quita de raíz las malezas que crecen entre las plantas que dan frutos y flores de su jardín.

Contemplate así, como un hermoso bosque que florece en una eterna primavera, donde habitan orugas que pronto serán mariposas, donde los pájaros se alimentan de los frutos que nutren el suelo desde donde nace la vida que vas a vivir. Ese bosque es abundante, como la abundancia que habita en tu ser, la cual fluye por medio de la vida en tu vida para que puedas experimentar las experiencias que te ayudan a crecer.

Lo que te llegaron no fueron balas, fue abono para tu tierra, fortaleció tus raíces y ahora, ya más madura, sos consciente de tu fortaleza, sabes que una tormenta no tiene el poder de derribarte porque atravesaste tempestades, tsunamis, huracanes, y siempre, pero siempre, después de la tormenta tu sonrisa volvió a iluminar tu rostro. Te pusiste de pie y saliste adelante.

Disfruto de saber que caminas el mundo, porque en tus ojos se refleja la verdad de la vida, en ellos habitan los miedos, las carencias, las soledades, las desilusiones, pero también la esperanza y el amor profundo que te permite levantarte cada mañana, arriesgarte a darte siempre una nueva oportunidad, sabiendo que ya nadie te puede hacer creer en el fracaso, que la vida te enseñó que todo es crecimiento, todo es esperanza, todo nutre, como una manzana madura que nadie come y en la tierra se convierte en abono, como la abeja que produce miel con el polen de las flores, como la oruga que cambia de forma y renace en mariposa.

Vuela alto, el mundo es de los que se animan.


Ale Flores
8 de Agosto de 2019






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