Tal vez el tiempo sea una
ilusión, pero las olas que llegan a las costas son reales, ellas golpean las
piedras y erosionan la tierra, fluyen con las mareas que reciben la influencia
de la luna. Agua y cielo, elementos femeninos de la creación, sol y aire,
elementos masculinos.
Todos recibimos las influencias
de los elementos que nos rodean, las vibraciones que habitan en todo lo creado,
sin embargo creemos más en las fechas del calendario, en las horas y minutos
que marca el reloj, que a la influencia que ejerce la luna sobre nosotros, al
poder del sol sobre nuestra salud.
Escribo mientras veo las olas
llegar a la playa, las veo chocar contra las rocas que conforman los muelles de
los balnearios de Mar del Plata.
Escribo cursando el ultimo día
de febrero, sabiendo que el tiempo es una ilusión que regula nuestras vidas en
la tierra, pero mi esencia (que es eterna), trasciende el tiempo, se conmueve
ante los amaneceres, respeta la fuerza del mar, y el poder del viento. Se hace
presente en mi cuando pongo los pies sobre la arena y dejándolos que se hundan
en ella me siento unido a la madre tierra, junto al padre cielo.
Ale Flores
28 de Febrero de 2019
En Mar del Plata
Mirando el mar
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