Está culminando una semana de
emociones fuertes, de reconocimientos maravillosos a seres queridos, a Pablo,
mi hermano, quien recibió una mención académica de manos del rector de la
universidad de Buenos Aires, y a Julieta, mi hija que recibió el reconocimiento
a la mejor compañera.
Me llena de orgullo saber que mi
hija fue elegida por sus compañeros, ya que ese merito solo se logra siendo
buena gente, ese es y ese fue siempre mi objetivo en su crianza, acompañar su
crecimiento para que sea una buena persona, para que descubra sus dones y pueda
desarrollarlos.
Con esta distinción siento que
los padres estamos haciendo bien la tarea encomendada por Dios al darnos su
vida en custodia.
Con esta distinción me siento
más orgulloso aún de la hija que tengo superando limites del orgullo que no
sabía que existían, ya que mi hija es más hermosa y perfecta de lo que siempre
soñé cuando soñé tener una hija, se lo digo siempre porque quiero que lo sepa,
lo escribo porque quiero que se grabe en la eternidad de las palabras, que
vibre en todos los tiempos y en todas las dimensiones:
“Julieta,
estoy orgulloso de vos, y me alegra ser tu padre, siempre podes contar conmigo,
siempre te voy a acompañar, te voy a apoyar, siempre voy a creer en vos.”
Ale Flores
15 de Diciembre de 2018
La Merecida
Silla Azul
Espacio Sagrado
Altar de Fuego
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