A esta hora, hace una semana
llevábamos a Julieta engañada a elegir un cachorro que sería para mi mamá. Le
pedimos a ella que lo elija y quejándose porque la habíamos despertado nos
acompaño.
La elección ofrecía solo 2
candidatas, ambas preciosas, casi iguales, pero la atención de los 3 se fijó en
una que tomé en mis brazos y enseguida se la di a July.
En ese instante su cara cambió,
su incomodidad por haber madrugado cerca de las 11 de la mañana se transformó
al fusionarse con las vibraciones de esa cachorra de caniche que se recostaba
sobre su pecho.
Volvimos a casa y continuamos
con el “verso” sobre el regalo para mi mamá hasta que Julieta rompió en llanto
y dijo que ella no la entregaría, que esa perra era suya. Fue ahí cuando le
dijimos que le estábamos adelantando su regalo de cumpleaños, y su vida cambio
para siempre reflejándose en sus ojos, en su mirada. En su mente la cachorra ya
tenía nombre, la bautizó “Lola” y de un modo inapelable nos dijo su nombre.
Lola hoy tiene 52 días, ya
reconoce los espacios de la casa, va aprendiendo a hacer sus necesidades donde
corresponde, y sube algunos escalones. Aprende que un “NO” es el límite, y un
“MUY BIEN” un reconocimiento a su aprendizaje. Pero Lola también es un cuerpo
suave que irradia un inmenso amor, un destello de divinidad que late las 24
horas del día y hace que volver a casa tenga otro motivo de felicidad,
fortaleciendo el nido donde todos nos sentimos a gusto y seguros.
Julieta nunca más olvidará el
día en el que recibió de regalo a “Lola”, no es la primera perra que acompaña
su vida, pero si su primer perro, su responsabilidad como adoptante, ella
quería ser mamá de un perro y “Lola” se convirtió a su temprana edad en su
primer hija.
El día que publique este texto
Julieta estará cumpliendo 16 años, será el 19 de diciembre de 2018, ese día por
primera vez no abrirá ningún paquete cuando se despierte, su presente dormirá
junto a ella toda la noche, y la acompañara muchos años, tal vez viendo llegar
a sus hijos humanos, los hermanos de Lola.
De solo imaginar el crecimiento
juntas me emociona, porque los que amamos a los perros sabemos lo maravilloso
que es compartir con ellos nuestras vidas.
Así que hoy Julieta de mi vida
te deseo un muy feliz cumpleaños, y una muy feliz vida junto a Lola, nuestra
querida Lola.
Que seas siempre feliz ya que yo
solo puedo ser feliz sabiendo que lo son los seres que amo.
Ale Flores
15 de Diciembre de 2018
La Merecida
Silla Azul
Espacio Sagrado
Altar de Fuego
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