Así como la vida te hace crecer,
la evolución te hace evolucionar.
Cuando te conectas con las
vibraciones de la naturaleza evolucionas.
Te pasa en el mar, en las
montañas, en el río o disfrutando el sol, te sucede contemplando una planta,
abrazando a un perro, acariciando un caballo, o al conectar con la belleza de
los pájaros o de los peces.
Al reconocer la divinidad que
habita en una manzana, en un huevo, en una semilla.
Al contemplar la vía láctea, o
al transportarte a otros tiempos viajando en el arte.
Cuando mirar el fuego te cautiva
te conectas con lo primitivo, recorres toda la evolución de la humanidad al
calentarte frente a un hogar, o al cocinar tu alimento.
Evolucionamos cuando respetamos
al otro, y el otro habita en cualquier especie, descubierta o por descubrir, de
la materia o la antimateria, todo estimulo, toda vibración creada por Dios
merece respeto, merece amor, merece misericordia.
Que todos los seres del universo
evolucionemos en la luz, que vibre el amor en toda la creación.
Ale Flores
25 de Noviembre de 2018
La Merecida
Silla Azul
Espacio Sagrado
Altar de Fuego
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