Por primera vez en mi altar de
fuego me acompañan unas piedras muy especiales, son piedras del cementerio de
Darwin, Malvinas Argentinas. Las trajo mi hermano Mariano hace un mes, cuando
viajó junto a los familiares de héroes que por primera vez supieron donde están
enterrados los caídos en los combates de 1982.
Ubique las piedras junto a mi
altar cerca de los cuarzos que me acompañan desde hace muchos años, están
también las imágenes de los santos que me custodian, y ofreciéndoles humo de
sahumerios, música de altas vibraciones y mis más elevados pensamientos intento
elevar las vibraciones de las piedras de Malvinas para que esas ondas lleguen a
las que quedaron allá rodeando los cuerpos de los caídos y puedan sentir el
amor que sus almas necesitan para descansar en paz.
Los caídos tienen bandera, pero
el sufrimiento es universal, mis vibraciones son de luz para todas las almas
que la necesiten, para eliminar todo el dolor que dejan las guerras.
Hoy me acompañan estas piedras
que ya forman parte de mis tesoros.
Cuando las toco, cuando las miro
la angustia invade mi pecho, siento el frío, el viento, la soledad, siento el
absurdo y busco sanar en mi lo que quiero sanar en el mundo en el que vivo.
Gracias eternas a Mariano por
traerme este eterno presente desde las Malvinas.
Gracias a Dios por darme la
capacidad de ofrecerles mis más altas vibraciones.
Honor y descanso en paz para
todas las almas de la evolución que necesitan luz para elevarse y evolucionar
como especie.
Ale Flores
2 de Junio de 2018
La Merecida
Silla Azul
Espacio Sagrado
Altar de Fuego
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