Cada cambio que llega, llega por
algo. Llega como respuesta a nuestras vibraciones, llega como un impulso de
vida para que emprendamos un nuevo camino. Nuestro paso por la linea del tiempo
es limitado y llegamos con una misión por cumplir. Cuando nuestro espíritu esta
alineado a nuestro cuerpo y mente la vida fluye, cuando desviamos la mente para
llevarla por caminos que no están trazados en nuestra alma se produce el
desequilibrio, y algunas veces debemos tropezar con una piedra para volver al
sendero del ser.
Existe el libre albedrío, claro
que si, podemos tropezar las veces que queramos con la misma piedra, ella
siempre estará ahí, mantendrá su naturaleza (aunque cambie de apariencias).
Quizás hoy me toque abrazar un
dolor físico para hablar del dolor, de ser así lo agradezco, ya que hasta en
las dificultades aprendemos nuestro camino para vivir nuestra misión.
Ale Flores
27 de Mayo de 2018
La Merecida
Living
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