Me veo caminar por el jardín,
jugar con mis perras mientras llego a mi espacio de meditación, dejo mis cosas,
y antes de empezar a escribir camino al estanque, me detengo donde descansa en
paz Felicia, y le dedico un Ave Maria a su alma.
Llego y veo a los peces, les doy
de comer y contemplo un instante como interactuan, observo sus colores, sus
formas. Y el ángel que constantemente ofrece agua sanadora.
Vuelvo a mi espacio, enciendo
velas, sahumerios, preparo mi altar respiro profundamente, cierro los ojos,
escucho el silencio.
Estoy en paz,
Mi cuerpo es sano.
Mi mente se eleva.
Si bien he vivido todo esto
desde el sillón del living, ya que la hernia de disco no me permite caminar,
estoy mentalizando mi recuperación, para que pronto, muy pronto mi cuerpo
entero pueda vivir las experiencias que acabo de recrear, estoy cocreando mi
futuro sabiendo que este proceso es pasajero, que pasa como pasa el tiempo,
pero la vida es eterna..
El dolor es pasajero, la energía
es eterna.
Ale Flores
27 de Mayo de 2018
La Merecida
Living
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