Te voy a dar una técnica mía, es
muy simple, pero también poderosa. Como toda técnica requiere de la confianza
que le tengas al momento de utilizarla.
Lo primero que te voy a pedir es
que respires, lento, pausado y profundo para frenar tus pensamientos y que
ellos vibren en la misma frecuencia que los míos.
Tomate tu tiempo.
Cuando sientas que estas en
condiciones de seguir, continua leyendo.
Esta técnica la utilizo cuando
realizo sanaciones, es parte del conocimiento que obtuve como Reikista, dentro
del cual también supe que Reikistas somos todos, es decir que no requerimos de
ningún don especial para poder dar Reiki ya que Reiki es amor.
Si tomaste algún curso de Reiki
hace tu preparación como para un auto tratamiento.
Si no lo hiciste o ni sabes que
es Reiki, te pido que frotes tus manos para activarlas, que lo hagas hasta que
al acercarlas a tu frente sientas calor irradiando de ellas. Una vez que lo
logres, pone tu visión en el tercer ojo y cerrándolos sentí como llega a tu
mente el calor que sale de tus manos la cual colocaras sobre tu frente sin
tocarla, a pocos centímetros de la piel, las palmas de las manos cerradas sobre
las cejas, cubriendo la frente y parte del cuero cabelludo..
Absorbe con tu mente el calor y
a viva voz o en silencio, hace que resuene en tu cabeza la frase:
“SANA,
REIKI, SANA”
Dale una orden al Reiki para que
desde su amorosa sabiduría sane todo lo que debe sanar en vos. Para que su
energía retire de cada una de las células de tu cuerpo las vibraciones
negativas y restablezca su buen funcionamiento.
Subí las manos y pasalas a centímetros
de la piel por toda tu cabeza, como masajeándola sin tocarla, siempre sintiendo
la energía que emanan ingresar a tu cuerpo.
Después baja por tu cuello y
recorre todo tu cuerpo, no hace falta que te fuerces donde no llegues con tus
manos llega con tu intención, con tu pensamiento dirigí al fuego Reiki y en
cada lugar repetí:
“SANA,
REIKI, SANA”
Decilo con decisión amorosa y
armoniosa, ya que el Reiki es amor, y armonía.
Una vez que hayas recorrido todo
tu cuerpo de arriba abajo, por delante y por detrás quedate un instante en
silencio disfrutando la energía Reiki que reinstauraste.
Absorbe la energía y en paz, en
armonía, en amor, deci:
“SANA,
REIKI, SANA”
Que sea un decreto para tu vida,
ya que además de estar sanando tu cuerpo y tu mente, estas sanando tu espíritu y las vibraciones que le emitirás al universo, por lo que tu vida va a cambiar.
Ahora te dejo este instante para
que desde tu paz incorpores la herramienta que te acabo de dar.
Una herramienta de sanación, una
herramienta de amor.
Una técnica que me dio la luz
para sanar a otros y sanarme a mi mismo.
Espero que la disfrutes y que
algún día extiendas el camino dándole a otro ser la posibilidad de incorporarla
también.
En armonía para todo el mundo,
bajo la gracia y de manera perfecta. Gracias padre que me has permitido hacer
mi misión.
Ale Flores
28 de Abril de 2018
La Merecida
Living
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