En noviembre de 2004 tome mi
primer nivel de Reiki, fue en el momento justo, ya que estaba absolutamente
desbordado.
Luego de la iniciación, cada
miércoles participaba de los intercambios en la vieja academia de mi maestro
Eduardo Yoel, en la avenida Federico Lacroze, barrio de Colegiales. En cada
encuentro usábamos la misma música, la que incorporé en mis sesiones de auto tratamiento.
El Reiki hizo efecto en mi
cuerpo, y en mi vida. Para fines de 2005 mi situación económica había mejorado
notablemente, a tal punto que además de pagar las deudas que tenia pude cambiar
mi auto por uno mejor y más nuevo. En 2006 cambie de trabajo por otro en el que
me valoraban mas en todo sentido. Y en 2007 me mude a la casa de mis sueños.
Esta semana encontré la música
que usábamos, y ahora escribo escuchándola, me retrotraigo a esos encuentros en
“La Casa de Yoel” que tanto me
enseñaron, que tanto me marcaron. Encuentros que me conectaron con personas
maravillosas y me formaron como Reikista. Me conecto con instantes que dieron
inicio a mi vuelta al camino de otros tiempos, para seguir dejando mi huella en
este paso por la vida.
Ale Flores
28 de Abril de 2018
La Merecida
Living
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