Este es el primer texto que
escribo este año, paradójicamente también es el ultimo de esta libreta, por lo
tanto es un texto que marca un principio, y un final.
Cada principio anuncia el final
de algo, cada final marca el comienzo de una nueva etapa.
Principio y final están
encadenados uno al otro sin poder soltarse nunca, sin poderse liberar.
Pero dos eslabones de una cadena
unidos también representan el símbolo del infinito, un infinito sin principio,
y sin final.
Cada nuevo año nos invita a
tener nuevas actitudes, cada comienzo es una oportunidad.
Cada final invita a cerrar
ciclos, a descargar la mochila, a liberarnos, y soltar.
En cada paso por el infinito
tenemos la posibilidad de dejar ir esas cosas que nos afectan, que nos
lastiman, que ya no queremos más.
En cada instante la vida nos da
la posibilidad de empezar de nuevo.
El camino de los justos también
está plagado de obstáculos, pero al transitarlos aprendemos a saberlos llevar,
saltamos piedras, movemos montañas, atravesamos mares, siempre avanzando cada
día un paso más.
A medida que caminamos ayudamos
a otros a levantarse, les tendemos nuestras manos, les mostramos el camino, y
les recordamos su libertad.
El que quiera oír que oiga.
Quien quiera ser un obstáculo,
pronto no lo será.
El universo se encarga de
abrirle el paso a quien luce la luz de su alma.
El universo es sabio.
El universo es infinito.
Sin principio, ni final.
Ale Flores
1 de Enero de 2018
La Merecida
Silla Azul
Espacio Sagrado
Altar de Fuego
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