Podemos tener muchas
diferencias.
Podemos no estar de acuerdo en
ciertos modos. Pero todos queremos lo mismo, todos buscamos lo mismo.
Me animo a afirmar esto sin
conocer en profundidad los pensamientos de todos los que leeran estás palabras,
lo hago porque conozco sus esencias y sé de la pureza de sus almas.
Sé del amor que irradian sus
sonrisas, del poder de sus abrazos y del cariño que vibra en sus palabras.
Lo sé porqué la vida me honra
rodeandome de buena gente, gente que aprecio, que admiro. Gente que inspira,
que ve más lejos, que apunta alto y siempre da un paso más, personas con la que
encuentro puntos en común cuando conozco sus historias, y me revelan sus
sueños.
Se termina el 2017, un año que
llegó con las esperanzas que todos tenemos en estas fechas y ahora, cuando los
días parecen escurrirse entre los dedos y empezamos a ver más cerca el
horizonte de un año nuevo, cada uno de nosotros hará su balance y seguramente ahí también tenemos puntos en común, habremos vivido cosas lindas, cosas feas,
todas cuestiones que forjaran quienes somos, quienes seremos e influenciarán a
quienes nos rodean.
La vida muchas veces nos
muestra imperfecciones, somos nosotros los que tenemos la responsabilidad de
saber que hacer con ellas, podemos usar esas asperezas para pulir el diamante
que somos, o permitir que nos raspen y nos lastimen.
A veces se gana, a veces se
aprende. Todo lo que vivimos es parte del camino que debemos transitar
para crecer, y en este crecimiento que representa nuestro paso por la vida en
la línea del tiempo que compartimos, quiero que sepan que me honran con sus
presencias en mi vida y que reconozco en ustedes almas que inspiran.
Sigamos creciendo.
Sigamos creyendo que el camino
lo forjamos día a día del modo que aceptamos lo que nos presenta la vida y como
repartimos el juego con los que nos toca jugarla.
Cada día es un renacer, en cada
amanecer podemos amar nacer.
Feliz navidad.
Feliz 2018.
Ale Flores
21 de Diciembre de 2017
No hay comentarios:
Publicar un comentario