Cuando me siento en mi sillón,
ya sea para escribir, escuchar música o simplemente descansar, Uma salta y se
sube arriba mío. Se acomoda sobre mis piernas y descansa ofreciéndome el calor
de su cuerpo a cambio.
Puede quedarse horas así, y solo
se va si algo le llama mucho la atención.
Generalmente termino abrazándola
ya que cuando empiezo a acariciar su piel la apoyo sobre mi pecho y la
abrazo, nos hemos quedado dormidos así, aquí en mi sillón.
No pensaba escribir sobre esto,
pero este acto simple que ya es rutina para ella, es una partícula de vida en
este momento, un instante que quiero eternizar con palabras para que no solo
quede en el recuerdo cuando el tiempo pase.
Vivimos momentos únicos con
nuestros seres queridos que pocas veces valoramos, momentos que forman parte de
nuestras rutinas siendo instantes que alguna vez añoraremos. Jugar con nuestros
hijos, cocinar con ellos, despertar con nuestra pareja, compartir el desayuno,
ver una película, dormir una siesta, compartir un paseo, viajar… hacemos tantas
cosas que van forjando nuestras vidas y las de quienes nos rodean.
Hoy comparto este acto simple,
simple-mente por el hecho de compartir.
Ale Flores
26 de Agosto de 2017
La Merecida
Living
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