Siempre
diste amor.
Toda la
vida lo ofreciste sin mirar a quien, sin apegos, sin rencores, solo por dar,
solo por amar.
Solo por
dejar fluir el torrente de amor que recorre tus venas, el que bombea tu corazón
a cada célula de tu cuerpo.
El egoísmo
del mundo penetró en tu cuerpo, sos muy permeable a las emociones, incluso a
las bajas, y tus pensamientos olvidaron la unidad con Dios, por eso sufriste
enfermedades, pero sabes que son solo del cuerpo, y temporales. Aprendiste la lección,
creciste. Tuviste que atravesar tratamientos, hacerte exámenes para que los médicos
te ayuden a sanar, y sanaste.
Ahora reconoces
tus carencias, tu cuerpo te pide amor, algo del amor que tanto diste, algo del
amor que a nadie le negaste.
Es tiempo
de darle a tu cuerpo el mismo amor que les das a los demás, que lo abraces, que
lo acaricies, que le hables con la sabiduría con la que les hablas a otros
cuando las palabras fluyen a través tuyo como mensajes de los ángeles, porque
vos también sos un canal de la luz, un canal por el que los guías se
manifiestan, por el que la divinidad toma apariencia humana para caminar la
tierra.
Ahora te
toca a vos cosechar lo que sembraste, y esa cosecha es sembrar en tu propio
ser, sanar tu cuerpo por medio de tu re-conocimiento como ser, ser humano, y
ser de luz.
Estas aquí
para ser, tu misión es amar. Ahora te toca amarte a vos.
Ale Flores
29 de Agosto
de 2017
Hola Ale, soy Laura la conocida de Raúl Silva. Esas palabras son todas para mi. Y sabre comenzar a pensar en mi.
ResponderEliminarMuchas gracias gracias