Nuestro espíritu, nuestro cuerpo
energético que es la energía espiritual que nos rodea a partir de la chispa
divina que irradia nuestro sagrado corazón, cambia de color y forma de acuerdo
a nuestras emociones y ante la necesidad de reaccionar en torno a ellas.
Cuando meditamos tomamos
conciencia de su presencia en nuestras vidas y podemos verlo con más nitidez.
Hoy uní mis energías físicas con
las espirituales para enviar sanación, pude ver mi cuerpo espiritual enviando
sanación a partir del poder de la intención de mi mente, y dispuesto a través
de mi cuerpo.
Cuando la intención se une a la
acción y dirigimos nuestra energía espiritual en ese sentido, unimos el poder
del cielo y la tierra en nosotros, lo que nos permite ser canales puros de la
más pura energía.
Cuando nos preocupamos esa
energía nos envuelve, se concentra para proteger el cuerpo físico, como cuando
sentimos miedo o peligro.
Cuando el sentimiento es amor,
se expande y su expansión no tiene límites, como no tiene límites el
amor.
Mi amor por Felicia no tiene
límites, y por eso la sanación que le envié no reconoce fronteras, es ilimitada
y real, ya que surge de la intención real de darle sanación.
Si entendiste este texto diste
muchos pasos en tu evolución como ser, como alma encarnada que se reconoce
parte de la energía que habita en todo lo creado, como parte de la vida, como
parte de la energía que habita en el amor.
Estas comprendiendo y
reconociendo tu poder ilimitado como parte de la creación.
Tu ser es ilimitado, no lo
limites.
Ale Flores
1 de Junio de 2017
La Merecida
Silla Azul
Espacio Sagrado
Altar de Fuego
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