Dicen que los perros se parecen
a sus amos, y creo que tienen razón. Que los perros se parecen a sus amos, pero
en realidad se parecen al ego de ellos.
El perro es la representación
del ego de la persona con la que mutuamente se eligió, uno no adopta un perro,
nos adoptamos mutuamente en el momento exacto en el que nos debemos adoptar, su
carácter toma características del nuestro, y su amor incondicional incrementa
nuestro amor.
Cuando un amo y un perro se
encuentran evolucionan mutuamente, ninguno de los dos es igual tras ese
recorrido que transitan juntos.
La unión con un perro es una
unión de amor o no es unión, el perro reconoce las energías y donde no siente
amor se retira, el perro es amor, y busca solo amor. El perro protege y
necesita protección, merece protección.
Yo amo a mis perras y reconozco
en ellas mis egos, los acepto, los abrazo, y les doy sanación, porque sanando a
ellos me sano yo.
Somos uno, como somos un con
todo lo creado.
Ale Flores
1 de Junio de 2017
La Merecida
Silla Azul
Espacio Sagrado
Altar de Fuego
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