Cuando olemos comidas, o
recordamos sabores trayendo a nuestra mente platos que alguna vez hemos
degustado, nuestro sistema digestivo comienza a trabajar como si estuviéramos
por consumirlos.
Cuando recordamos situaciones
traumáticas, o pensamos como enfrentaremos momentos difíciles, nuestra presión
arterial aumenta, como si estuviésemos enfrentándonos a esas situaciones.
Claramente lo que pensamos pone
en manifiesto mecanismos internos, y ya sabemos, “como es adentro es afuera”.
Por ende si en lugar de darle espacio en nuestras mentes a cuestiones oscuras,
grises, mentalizamos momentos placenteros, nos vemos felices, abundantes,
plenos y satisfechos con la vida que transitamos, nuestras células responden de
la misma manera y nuestro cuerpo restablece su buen funcionamiento. “Como es
arriba es abajo”, por lo que si interiormente estamos en paz, el universo nos
devolverá paz, si interiormente somos abundantes, el universo nos dará
abundancia, felicidad, plenitud, satisfacción.
No me creas, comprobalo, hace el
ejercicio de pensar en cosas que te produzcan placer, pasa varios minutos de tu
vida imaginándote tal como queres vivir, interpreta esa persona que queres ser
en tus relaciones y pronto veras los resultados.
Dibuja en tu rostro el rostro
que ves en tu mente, usa con otros las palabras que queres escuchar.
Da gracias, siempre ofrece un
gracias, ya que dar gracias devuelve gracia a tu vida.
Dibuja tu camino con tus
pensamientos, así como yo, dibujo con palabras este modo de desearte buenos
días.
Ale Flores
19 de Julio de 2017
No hay comentarios:
Publicar un comentario