Tantas veces me pierdo vivir el presente.
Tantas veces corro por alcanzar objetivos intrascendentes que
olvido vivir el aquí y ahora.
Mi mirada se nubla y pierdo el foco en las cosas realmente
importantes, esas por las que hacemos todo lo que hacemos.
Estamos vivos, acompañados en la salud y en la enfermedad.
Estamos vivos, acompañado la vida de quienes nos acompañan, de
quienes muchas veces no disfrutamos por estar atentos a otras cosas.
Un mate.
Una mirada.
Un beso.
Una caricia.
Escuchar con atención. Responder con amor.
Cuantas veces el impulso nos gana y el ego nos domina.
Estoy reconociendo eso, que transito la vida, que muchas veces se
me olvida que transitamos un momento.
Que somos parte del viento, que del polvo venimos, y al polvo
vamos.
Este momento es irrepetible, cada momento es irrepetible.
Cada relación es única.
Cada vida un mundo, cada mente un universo.
Les pido perdón a las personas que acompañan mi camino por las
veces que no fui quien realmente soy. Por las veces que no supe ver las
riquezas de sus almas, la belleza de sus espíritus.
Le pido a la vida que me de la oportunidad de ser cada día quien
realmente soy, que retire de mi las preocupaciones que me hacer perder de vista
las cosas que realmente importan.
Lloraremos las partidas de los seres que amamos, hasta que
comprendamos que sus energías habitan en el aire.
Ale Flores
4 de Enero de 2017
La Merecida
Silla Azul
Espacio Sagrado
Altar de Fuego
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