lunes, 13 de febrero de 2017

Hasta que nos volvamos a encontrar


Una vez publiqué un mensaje similar a este avisando a quienes buscan mis textos que mi espacio estaría “cerrado por vacaciones”, y alguien me corrigió diciendo que en realidad lo que estaba haciendo era “abrirme por vacaciones”, y es verdad, cada viaje nos nutre. Cada tiempo compartido en familia y con nuestros seres queridos nos siembran experiencias que afloran en recuerdos que alguna vez compartiremos al revivirlas.

Cuando revivimos, volvemos a vivir acontecimientos del pasado que quedaron grabados en nuestras mentes, en nuestros corazones, en nuestros espíritus, y a eso voy, a llenarme de imágenes, de recuerdos de otras vidas, de emociones, de sabores, de placeres, de texturas.

Ahora me toca el tiempo de vivir, de vivienciar en primera persona esas situaciones que alguna vez serán recuerdos, que quedarán por siempre en mi y en mis seres queridos, sin dudas un paso muy importante en nuestra evolución como seres humanos y también como familia.

No voy a publicar textos en las próximas semanas, pero si es probable que escriba ya que llevo una libreta donde tal vez, si encuentro los momentos, me dedique a escribir las sensaciones que vaya viviendo, como una bitácora de viaje, o como una forma de dejar grabado ese paso por el tiempo.

Deseo que estén en paz y que pronto nos reencontremos, que sepan que aunque no publique textos nuevos, pueden bucear entre los 1890 textos que componen mi blog, donde encontrarán la energía que fui dejando grabada cuando florecieron los frutos de las semillas que habitan en los recuerdos.


Ale Flores

13 de Febrero de 2017




martes, 7 de febrero de 2017

Hasta que comprendamos que sus energías habitan en el aire


Tantas veces me pierdo vivir el presente.

Tantas veces corro por alcanzar objetivos intrascendentes que olvido vivir el aquí y ahora.

Mi mirada se nubla y pierdo el foco en las cosas realmente importantes, esas por las que hacemos todo lo que hacemos.

Estamos vivos, acompañados en la salud y en la enfermedad.

Estamos vivos, acompañado la vida de quienes nos acompañan, de quienes muchas veces no disfrutamos por estar atentos a otras cosas.

Un mate.

Una mirada.

Un beso.

Una caricia.

Escuchar con atención. Responder con amor.

Cuantas veces el impulso nos gana y el ego nos domina.

Estoy reconociendo eso, que transito la vida, que muchas veces se me olvida que transitamos un momento.

Que somos parte del viento, que del polvo venimos, y al polvo vamos.

Este momento es irrepetible, cada momento es irrepetible.

Cada relación es única.

Cada vida un mundo, cada mente un universo.

Les pido perdón a las personas que acompañan mi camino por las veces que no fui quien realmente soy. Por las veces que no supe ver las riquezas de sus almas, la belleza de sus espíritus.

Le pido a la vida que me de la oportunidad de ser cada día quien realmente soy, que retire de mi las preocupaciones que me hacer perder de vista las cosas que realmente importan.

Lloraremos las partidas de los seres que amamos, hasta que comprendamos que sus energías habitan en el aire.


Ale Flores
4 de Enero de 2017
La Merecida
Silla Azul
Espacio Sagrado

Altar de Fuego



lunes, 6 de febrero de 2017

Lo que no puedas comprender aceptalo meditando



Proyectamos lo que pensamos, proyectamos lo que proyectan sobre nosotros.

Muchas veces nuestros pensamientos son el reflejo de lo que otros proyectan sobre nosotros, proyecciones que aceptamos, que creemos.

Otras veces proyectamos lo que somos, lo que vibramos, pero las energías se mezclan y por eso hay que cuidarlas, debemos limpiarlas.

Los estímulos nos llegan de todos lados y los absorbemos. Los grabamos en nosotros, en nuestra mente, en nuestro cuerpo.

Tarde o temprano salen a la luz, y son lo que irradiamos, lo que crea la realidad que transitamos.

Purificar nuestros cuerpos es lo que hacemos al meditar, limpiar nuestra mente, alimentarlas con las energías naturales es parte de un proceso tan necesario como respirar.

Hasta que no seamos conscientes de esto nuestra vida será errante, la conciencia despierta es el barco del navegante.

Podemos tropezar, caer y levantarnos, en cada tropiezo aprendemos algo.

Levantarnos nos hace fuertes, nos renueva la fe.

Levantate aunque no puedas comprender el motivo de tu caída, y lo que no puedas comprender, aceptalo meditando.


Ale Flores
4 de Febrero de 2017
La Merecida
Silla Azul
Espacio Sagrado

Altar de Fuego