Sea cual sea el momento del día en el que estas palabras lleguen
a tu mente, sea cual sea tu estado de ánimo, deja todo lo que estás haciendo y
busca un vaso con agua.
Sostenelo entre tus manos y a viva voz decí:
“Padre,
que en esta agua se concentre toda la energía vital del universo, que tu luz
sea en cada partícula de agua, que tu amor sea en cada gota, que la
misericordia la ilumine, que la sanación perfecta sea aquí para que retire de
mí toda vibración desequilibrante. Que el poder de los arcángeles y los ángeles
bendiga esta agua que mi cuerpo va a recibir.”
Y tomala.
Bebela sabiéndola energía sanadora, sabiendo que retirará todos
los problemas de tu mente, y que sentirás paz.
Podes elegir la oración que quieras, yo solo te dejo esta como
sugerencia, como guía.
Te sugiero también que cada mañana al despertarte hagas este
ritual.
Yo empecé a hacerlo hace poco, por recomendación de Angélica, mi
amiga y maestra, y es dándote esta herramienta como hago mi misión, bendiciendo
su misión.
Pedile al agua todo lo que queres cada día.
Focalizate en cosas positivas, no mentalices negatividad.
Si sentís que es necesario, repetilo cuantas veces quieras
durante el día.
Veras los resultados.
Te ayudará a estar en paz.
Ale Flores
28 de Noviembre de 2016
La Merecida
Silla Azul
Espacio Sagrado
Altar de Fuego
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