Había
una vez alguien que vivía su vida,
que
reía, que lloraba,
que
soñaba, que esperaba.
Había
una vez alguien lleno de intensiones,
que
reflejaba en canciones,
los
sueños de su vida.
Había
una vez un alma que recorría la vida,
encarnado
en un cuerpo, que a veces no comprendía.
Hasta
que un día, comprendió que el tiempo transitaba,
y supo
que su esencia, en su alma se encontraba.
Que
estaban grabados sus sueños, escondidos tras los miedos,
creados
por mentiras, que despejó en el silencio.
Fue
aflorando energías como encontró su paraíso,
sin
saber que existía, o que estaba escondido.
Había
una vez alguien que solo belleza en los otros,
que no
aceptaba sus logros, y casualidad los creía.
Ale
Flores
30 de
Abril de 2016
La
Merecida
Silla
Azul
Espacio
Sagrado
Altar de
Fuego
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