Nos identificamos con las
personas por lo que piensan, pocas veces por lo que vibran, y si bien cada
quien vibra lo que piensa, más allá de los pensamientos esta la energía
original, la del ser.
Cuando podemos conectarnos con
el otro en la vibración que habita más allá de sus pensamientos reconocemos su
esencia, y en ella vibramos.
Podemos creer que está
confundido en algunos aspectos, pero eso no permitirá que dejemos de
aceptarlos, solo sucederá si nos dejamos ganar por nuestros pensamientos y
perdemos el contacto de la energía original.
El amigo que se pierde no era
amigo, el amigo verdadero es capaz de perdonar todo, de aceptar todo, y no deja
de sentir la energía del otro jamás.
El amigo verdadero recuerda la
esencia en los momentos en los que no la siente, y sabe quién es el otro en la
verdad, por lo cual solo acepta.
¿Cómo es posible que asuntos
terrenales separen almas afines?
Si nos encontramos en el
purgatorio no creo que hablemos de política, de futbol, o de cuestiones
terrenales.
Si nos unimos en las almas no
habrá asuntos terrenales. Pero estamos en la tierra donde venimos a transitar
las emociones, y aquí solo nos queda vivir la experiencia para lograr o no
fundirnos con las almas que nos acompañan en el camino y ser uno con ellas.
Estamos de paso, no existe el
fracaso.
Cada alma que llega a nuestras
vidas es un paso a dar, una oportunidad de liberarnos de los errores del pasado
y trascender la personalidad.
Trascender el ego.
Trascender y ser.
Ale Flores
6 de Marzo de 2016
La Merecida
Espacio Sagrado
Altar de Fuego
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