viernes, 11 de marzo de 2016

Somos almas en proceso de evolución



El fuego de las velas resiste al viento, tal vez de la misma forma en la que nosotros nos resistimos a caer presos de nuestros pensamientos, pensamientos que al dominarnos no nos permiten brillar, como les sucede a las velas que se apagan, por no resistirse al viento.

Pero un fuego amigo vuelve a encender otro fuego, tal vez mi mano extendida le acerque una llama a la vela que se apago en mi altar, como sucede con nosotros que recibimos la ayuda de un hermano, la asistencia divina, o un compañero de camino puesto ahí por la divinidad para ser el vehículo por el cual manifestarse.

Los pensamientos nos quieren apresar, la mente dominada por los pensamientos es una cárcel, por eso expreso, para liberar mis emociones, y no caer preso de ellas.

Respiro para oxigenar mi llama.

Llevo silencio a mi mente para sembrar paz.

Cuido las velas de mi altar para que estén encendidas, enciendo la lámpara de mi mente para que mis pensamientos sean de luz.

Hay que sostener, es como todo, un trabajo consiente con uno mismo, un ejercicio necesario cuando comprendemos y corroboramos sus beneficios.

Mira el fuego.

Dejáte bañar por el humo de los sahumerios.

Respira concientemente.

Medita.

Repetí mantras.

Visualiza en forma creativa.

Contempla un amanecer, un atardecer.

Conecta con los santos, con la divinidad que habita en nosotros.

Estas son cosas que encienden la llama que somos, que nos liberan de los pensamientos negativos, y las cárceles mentales.

Que nuestras llamas brillen para que dominemos nuestros pensamientos, y que ellos no nos dominen a nosotros.

Somos seres espirituales viviendo una experiencia terrenal.

Somos almas en proceso de evolución.


Ale Flores
6 de Marzo de 2016
La Merecida
Silla Azul
Espacio Sagrado
Altar de Fuego



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