Se me cerró el pecho.
Me invadió la angustia.
Otra vez la vida me hace transitar el camino del desapego físico de un ser querido, está vez se trata de Conny, una de mis perras, la hija de Felicia, la hermana de Kika.
Conny cumplió 16 años el 17 de octubre pasado, su cuerpo está cansado, sus piernas traseras se cruzan y ya casi no puede caminar. El tiempo marca en ella su inevitable paso y cada día parece mucho más tiempo.
Hay días que parece estar mejor, más animada, y después es como que su cuerpo le pasa la factura.
Este camino ya lo transité, pero sigue siendo tan doloroso como la primera vez, la experiencia sirve, pero no alcanza para evitar el sufrimiento.
Perdón, tenía que sacarme el nudo de la garganta, necesitaba expandir mi corazón y soltar escribiendo lo que por ahora no puedo soltar.
Ale Flores
9 de noviembre de 2025.
La Merecida

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