Me dijeron que era malo, y no lo creí.
Me dijeron que no podía, que no servía, que no sabía.
Me dijeron que era feo, que era gordo. Hasta me dijeron que debía morir. Y no lo creí.
También me dijeron que soy bueno, hermoso, que estoy flaco. Y tampoco lo creí.
Y cuando entendí que mi esencia no cambia con lo que dicen los demás, cuando dejé de permitir que la opinión de los demás altere mis pensamientos, encontré el equilibrio.
Ale Flores
19 de abril de 2025
Gimnasio
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