Siempre hay dos caminos, uno corto que es el de la sabiduría, otro largo que es el del sufrimiento. Ambos conducen al mismo destino que es el aprendizaje.
Algunas veces tomamos el camino más largo, pero aparece alguien que nos enseña un atajo que nos deriva directamente al camino de la sabiduría, está en nosotros aceptar el cambio de rumbo o no, de todas formas, todo es perfecto, el recorrido lo hacemos igual, cada uno a su tiempo, cada uno a su ritmo.
Ale Flores
9 de enero de 2025
La Merecida
En mi cama
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