Dicen que el 15 de agosto es el día internacional del Reikista. Lo recordé esta mañana cuando Stella, una persona muy querida me saludó por mi condición de Reikista. Por supuesto le agradecí su saludo, y enseguida recordé que el próximo 4 de noviembre cumplo 20 años como Reikista.
También recordé que uno es lo que cree que es, y así como en el curso del primer nivel mi maestro Eduardo Yoel preguntó si estábamos dispuestos a cambiar y mi voz interior me afirmó que si, supe poco tiempo después que ser Reikista es una forma de vida, una filosofía de vida que se tiene o no, un concepto sobre la forma en la que se debe transcurrir la vida en la tierra que sirve para pulir el diamante que todos somos, el diamante de Dios que es el alma de cada ser.
Para esa época, cuando empecé a entender y aplicar Reiki en mi vida, supe que el Maestro Usui respondió cuando le consultaron como se hace para ser buen Reikista, que para ser buen Reikista hay que ser buena persona, y que para ser buena persona hay que ser buen Reikista. La clave para ambas cosas radica en los 5 principios de esta filosofía de vida que es además un sistema natural de sanación:
Al diamante que soy le queda mucho por pulir, es cierto, pero también es cierto que en estos 20 años he logrado pulir bastante mi ego, y lo bueno de saber que aún me queda mucho por pulir, es que sé que aún me queda mucho por vivir, con este u otro cuerpo, como Dios quiera, pero con mi misma alma, esa que vengo puliendo encarnación tras encarnación, esa a la que un día le pregunté quién soy y me respondió: Soy Reiki.
Ale Flores
15 de agosto de 2024
La Merecida
Oficina
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