Cuando me olvido de surfear

Hoy quise relacionarme con el mar del modo en el que lo hacía de chico, cuando me relajaba de tal manera que me sentía uno con su inmensidad, cuando me reconocía en comunión con su naturaleza y de ese modo saber cómo accionar frente a cada ola.

Me di cuenta que mi vínculo con el mar cambió, y creo que tiene que ver con que mis emociones ya no son las mismas que cuando era chico, o mejor dicho, son las mismas pero ya no están tan puras. Lo mismo sucede con el mar, en estos 40 años ha sido contaminado por el hombre que lo invade irresponsablemente. El mar es un reflejo de mis emociones, de las emociones de todos los que lo invadimos, en algunos casos respetando la pureza de su ecosistema y otros creyéndolo una cosa sin vida, como una enorme pileta de natación pública, popular y que alguien se ocupa de mantener.

Hemos contaminado nuestras playas y sus costas. Y no se trata de buscar playas vírgenes que contaminar, se trata de vincularnos con la naturaleza de otra manera.

Hoy mi vínculo con el mar me lleva a entender que tenemos que trabajar nuestras emociones para no seguir contaminando nuestras mentes y como consecuencia nuestros entornos.

De chico aprendí a surfear la vida luego de entender como surfear las olas del mar.

Hoy entendí que somos nosotros los que decidimos como enfrentar cada ola del mar cuando nos olvidamos de surfear la vida dependiendo la ola. Hay veces que nos sumergimos para que nos pase por arriba, otra que nos elevamos sobre ellas y logramos tener una visión más elevada de todo lo que nos rodea, otras nos agarran desprevenidos y nos sacude fuertemente.

También entendí en el mar que de chicos captamos todo lo que nos rodea y es ahí donde forjamos nuestros vínculos con lo demás, todo lo que aceptamos lo aceptamos para siempre, y lo que no logramos aceptar en la niñez lo podemos aceptar de adultos, pero con un trabajo interior que nos permita deshacernos de las creencias adoptadas en la niñez.

De chico aprendí a surfear la vida, hoy descubrí que se como enfrentarme a las dificultades cuando me olvido de surfear.

Ale Flores

22 de febrero de 2023

En la playa