Muchas veces me cuestiono por no leer más, quisiera leer más de lo que leo. Disfruto hacerlo cuando lo hago, cuando la lectura logra atraparme manera cautivadora, es decir, de tal forma que solo quiero leer y seguir leyendo. Leer es sumergirse en la mente, el alma y el espíritu de una persona, de quien escribe, es conectar con sus pensamientos, sus emociones y en ellas trascender su vida terrenal para sentir su luz y oscuridad, su maestría y divinidad, su encarnación y eternidad.
Observando eso me doy cuenta que prefiero escribir a leer, ya que hacerlo me lleva a conectarme con mi propia eternidad, me permite trascender mi mente y desde mi espíritu dejar aflorar lo que habita en mi alma, claro que muchas veces mi ego también escribe, ¿y por qué no?, si él también es una parte mía, una parte que debo trascender, la parte oscura de mi ser que encarnación tras encarnación mi ser intenta evolucionar.
Cuando escribo leo mis emociones y las plasmo en palabras, no lo hago para que otros las lean, lo hago para liberarlas, para darles vida eterna en textos, textos que permitan a quién quiera leerlos bucear en mi mente, mi espíritu, y mi alma.
Ale Flores
3 de octubre de 2021
La Merecida
Horno a leña
Con Kika durmiendo sobre mi pie izquierdo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario