Cae la tarde del viernes 17 de septiembre de 2021, son las 18:31, técnicamente se puede decir que la semana laboral ha terminado, me empiezo a distender, sé que en lo que no he podido avanzar esta semana quedará para la semana que viene, hice todo lo que me prepuse, lo que era mi responsabilidad, lo que corresponde a los otros está en la responsabilidad de ellos, no sé si avance mucho o poco, mi ansiedad me hace sentir que tengo menos actividad de la que quisiera, pero también entiendo que esto me da la posibilidad de compartir tareas con mi familia, cocinar, caminar, ocuparme de las plantas, de los peces, de las perras. Me gusta sentir que trabajo al límite de mis posibilidades, exigiendo mi mente y cuerpo al máximo, me gusta resolver, sentir que las cosas avanzan.
En esta nueva etapa de mi vida debo trabajar la ansiedad, siempre es necesario hacerlo, pero ahora ya no tengo opción y la vida me da la posibilidad de intercalar mis actividades laborales con cuestiones familiares, personales y espirituales. Atiendo consultas, ayudo a quienes puedo y siempre me reservo tiempo para caminar, ese ejercicio que sostengo y me hace bien. También intento tener la regularidad de escribir unas palabras, escribiendo suelto, fluyo, aprendo, viajo, vuelo. Escribiendo me conecto con mis emociones y las dejo fluir, tal vez sea esta una etapa innecesaria para quien lee mis textos, pero para mí es tan necesaria como salir a caminar, trabajar o darme un baño, es una forma de limpiar mi mente, de equilibrar mis emociones, de ponerle fin a una jornada y pasar de una actividad a otra, ahora, por ejemplo me voy a ir a regar las plantas, ya sembré mi huerta para este verano, ahora toca cuidarla y disfrutar sus frutos, luego prepararé la cena familiar, tal vez compartamos una película, tenemos 2 días por delante para descansar, si Dios quiere me reencontraré con mi vieja después de varios días, esa es mi mayor bendición, tener salud, tener familia y un hogar donde compartir buenos momentos, el resto se irá acomodando, yo hice mi tarea, cumplí con mi responsabilidad, el resto está en las mejores manos, está en manos de Dios.
Ale Flores
17 de septiembre de 2021
La Merecida
Oficina
No hay comentarios:
Publicar un comentario