Nuestras carencias personales,
nuestras heridas profundas, muchas veces nos hacen interpretar el presente de
manera errónea, el ego evita el presente, se centra en el pasado o en el
futuro, ya que ahí es donde puede existir, en el presente no hay ego, en el
ahora el ego no existe.
Cuando algo o alguien nos activa
las memorias del pasado dejamos de lado la percepción y los lazos energéticos
que nos atan se tensan tensionándonos a nosotros.
¿Dónde está el amor de una madre
que sentencia a su hijo gritándole “TE VAS A QUEDAR SOLO COMO UN PERRO”?.
Frases de ese tipo, vibraciones
de ese tipo se graban en nosotros estableciendo lazos de dolor y trazan nuestro
camino como una profecía que en algún momento se puede cumplir.
¿Quién no se ha sentido solo
alguna vez en su vida?, no hay peor soledad que la de quien está acompañado.
Sin embargo podemos trabajar
sobre esos lazos para cortarlos liberándonos y liberando a quienes los
establecieron. Hay muchos terapeutas que trabajan en eso, pero hay algo
inmediato para neutralizar cualquier carencia, cualquier lazo, cualquier
vibración desequilibrante, y es estar en el presente.
En el presente no existen el
pasado ni el futuro, el presente es la unión con todo lo que sucede ahora, el
canto de los pájaros, el rayo en la tormenta, el brillo de las estrellas, la
ola al romper solo ocurren en el momento presente, son únicos aunque se repitan
eternamente, como lo que es cada amanecer, como cada atardecer.
Tarde o temprano todos estaremos
solos y la única herramienta que tendremos para evitar sufrir y estar en paz
será estar en el presente.
Es vivir el ahora.
Ale Flores
12 de enero de 2020
La Merecida
Silla Blanca
Espacio Sagrado
Altar de Fuego
Con Kika y Conny
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