Adiós 2019, A Dios le entrego
los achaques de la salud, las preocupaciones, el estrés, las broncas, las
ansiedades, los miedos, las angustias, lo sufrido, lo crecido, lo luchado.
Conservo cada crecimiento, el
camino recorrido, lo aprendido, lo aceptado, lo vivido.
Reconozco que por momentos
olvide que me guían, que me cuidan, me custodian, y como consecuencia de ello caí
en manos de mi propio ego que me llevo a sufrir, a caer y no poder levantarme,
pero aparecieron ellos, los guías, los seres de luz que me asisten, me curaron,
me reiniciaron y aquí estoy a punto de iniciar un nuevo año, con una conciencia
mas despierta, con ideas más claras, sintiendo la vida dentro de mi cuerpo, en
mis células, en mis pensamientos, sabiendo que estoy proyectando mi vida, lo
que merezco siendo quien soy.
Adiós 2019, te entrego al padre
que me dio la posibilidad de vivir cada uno de tus días. Gracias por todo lo
que fuiste, gracias por todo lo que hiciste de mi, ya que en mi vida sos un año
de quiebre, un antes y un después, un volver a nacer.
Ale Flores
31 de Diciembre de 2019
La Merecida
Silla Blanca
Espacio Sagrado
Altar de Fuego
Con Kika y Conny
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