Las palabras, los modismos, los
tonos de las voces, las miradas, los gestos, las expresiones algún día quedaran
en el recuerdo. Los cuerpos mueren, y deja vacíos que generan ausencias, pero
quedan los recuerdos, los momentos vividos, los consejos recibidos, las
enseñanzas, las recetas.
Me gusta homenajear a mi abuela
preparando las comidas que ella me enseñó, homenajear a mi viejo poniendo en
práctica los valores recibidos, recordando sus consejos, y escuchando sus
canciones.
Todas las personas que nos rodean
algún día dejaran la tierra, pero hoy podemos disfrutar sus presencias,
compartir las cosas que disfrutamos compartir con ellos, aprender de su
sabiduría para algún día prolongar su herencia cuando seamos nosotros los que
les demos a alguien los conocimientos que recibimos.
Aprovechemos la posibilidad que
nos da la vida de compartir momentos con esos seres que nos regalan su sonrisa
al vernos llegar, a esas almas que por amor nos regalan conocimientos
adquiridos a lo largo de los años que llevan caminando la tierra.
Vayan en estas palabras mi
reconocimiento a todas las abuelas, a todos los abuelos, a todas las personas
que con amor ofrecen lo que tienen para dar.
(Inspirado en la sonrisa eterna de Elena
Stapanaitis).
Ale Flores
24 de Noviembre de 2019
La Merecida
Silla Azul
Espacio Sagrado
Altar de fuego
Con Kika y Conny
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