Nuestros pensamientos, nuestros
sentimientos, nuestras emociones se graban en nuestras células, todo pasa a
formar parte de lo que hacemos, de lo que decimos y vibramos.
En un beso se produce un
intercambio de todo tipo, cuando besamos recibimos las vibraciones de otra
persona y de todas las personas que esa persona besó antes que a nosotros, químicamente
mezclamos nuestras vibraciones con las de otras almas, almas que habitaron
cuerpos que sintieron certezas y miedos, alegrías y angustias, rencores y amores.
Todos tenemos sangre en las
venas, todos tragamos saliva, con algunas personas compartimos grupo y factor
sanguíneo lo cual nos hace compatibles para dar o recibir sangre, pero cada
mente es única, cada evolución es personal, cada uno está en el escalón de la pirámide
que le corresponde.
Un beso no es solo un beso.
Un beso es aceptar a otro ser,
aceptar su historia, sus frustraciones, sus miedos, sus inseguridades con el
fin de compartir un momento de amor, un instante eterno que dura toda la vida.
Ale Flores
27 de Julio de 2019
La merecida
Silla Azul
Espacio Sagrado
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