miércoles, 5 de junio de 2019

Yo soy la chispa divina del amor de Dios



Si prestas atención vas a poder escuchar las palabras que el maestro Jesús les dijo a sus discípulos, ya que las vibraciones de su voz siguen en la tierra.

Si centras tu atención vas a poder percibir las vibraciones que irradiaba Buda cuando meditaba debajo del árbol en el que alcanzó la iluminación.

Si enfocas tu energía vas a poder conectar con las vibraciones de la Virgen Maria, de a Madre Teresa, de Moisés o de San Francisco de Asís. Vas a poder percibir a San Benito, a San Agustín, y hasta el maestro Mikao Usui te develará todos su conocimiento sobre la sanación que denominó Reiki.

Todo está en la tierra, todo habita entre nosotros, está en el aire, en las flores, en los arboles, en los pájaros y en el agua, ya que todos somos hechos de la misma escencia, con los mismos elementos. El problema es que dedicamos nuestro tiempo a hablar de futbol, de política o lo que dicen los diarios que es la agenda del día, más que agenda es ajena, es lo que otros quieren que pensemos hasta que no seamos libres, para que creamos que necesitamos cosas que no nos sirven, que no nos aportan nada.

Esta en nosotros lo que los maestros grabaron, ya que la evolución se nutrió de su sabiduría, y en nuestro paso por la historia podemos extender esa cadena de alta frecuencia o cortarla con pensamientos bajos, oscuros.

La decisión es nuestra, es tuya, es mía, y cada día la tomamos cuando elegimos que leer, el diario o un libro de Metafísica. Escuchar la radio o una meditación guiada, escribir quejas o dibujar mandalas.

Las claves están, las vibraciones están, las campanas siguen resonando y sos sonidos vibran en todo el universo buscando la mente capaz de percibir su vibración.

Las velas están encendidas, el fuego ilumina reflejando la luz que habita en nuestros corazones, pero somos nosotros los que cada día debemos encender nuestra vela y mantener la llama viva, Dios provee la cera, el pabilo es nuestro espiritu transitando el camino en la tierra.

Aquí está el fuego que te permite encender la divinidad que habita en vos.

Yo soy luz transitando mi camino. Yo soy fuego de Dios iluminando mi paso por la tierra.

Yo soy la chispa divina del amor de Dios.


Ale Flores
2 de Junio de 2019
La Merecida
Silla Azul
Espacio Sagrado
Altar de Fuego





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