Hola, te cuento algo que me
costó un pico de presión entender.
Tus hijos no te quieren
exitoso.
Tu familia no te quiere ver
llevándolos a recorrer el mundo, comprando autos 0 KM o costosos bienes
materiales. No quiero decir que no les guste, les encanta viajar con vos,
disfrutar de las vacaciones, los paseos, las cenas. Les encanta acompañarte a
buscar el auto nuevo y a comprar ropa.
Pero lo que ellos quieren es
verte sano, vivo, saber que estas en el momento presente cuando compartís algo
con ellos, que los escuchas cuando te hablan, que te importan, porque vos les
importas.
Ellos quieren que duermas en tu
cama, saber que te acompaña el calor de tu hogar, ya que sin tu presencia nada
es lo mismo.
Sé que mi mujer y mi hija jamás
olvidarán la noche que las llamé desde la clínica para avisarles que no cenaría
en casa ni dormiría junto a ellas porque estaba internado. Sé que mis hermanos
jamás borrarán de su mente la tarde en las que un mensaje de WhatsApp les
avisaba que me había subido la presión y me estaban pidiendo medico mis
compañeros de trabajo, que recordarán por siempre cuando llamaron a mi teléfono
esperando hablar conmigo, pero del otro lado había otra voz, la de la persona
que atendió mi celular y les contó como estaba, intentando darles tranquilidad,
pero no era yo quien hablaba, por lo tanto nadie podía dejarlos del todo
tranquilos.
En fin, esta es la idea, ningún
sacrificio tiene sentido si lo que estás sacrificando es tu bienestar, ya que
sin tu presencia los viajes que hagan por el mundo tendrán el vacío de tu
ausencia. Tu auto estacionado en el garaje se llenará del polvo del abandono, y
los bienes materiales que hayas logrado los terminarán disfrutando otros, que
tal vez ni siquiera les den el valor que vos les diste, valor que te obligó a
luchar por obtenerlos, lucha en la que dejaste lo más preciado que tenias. Tu
vida, tu tiempo.
Tu presente.
Ale Flores
5 de Junio de 2019
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