Cuando no nos queda nada, nos
queda la creatividad. La creatividad crea actividad. Lo que pensamos
inicialmente impacta sobre nuestro cuerpo ya que las vibraciones de los
pensamientos se graban en las partículas de agua que conforman nuestra materia,
las vibraciones llegan a las células, afectan nuestros centros energéticos. Es
decir que desde el pensamiento nos levantamos o nos caemos.
Nada es más poderoso que el
poder de la mente, ya que sin ese poder todo elemento exterior carece de valor.
El pobre solo carece de dinero,
pero si la mente es abundante ningún pobre siente carencias, ya que en
definitiva todos necesitamos lo mismo para sobrevivir, aire, agua y comida, esa
es la base de nuestra existencia como seres humanos, y más de un budista ha
realizado retiros espirituales con ayunos de varios días sin sentirse carente
ni por un segundo, vaciándose para volverse a llenar.
El pobre, desde mi punto de
vista, es el que se abraza a los bienes materiales, a los cargos mundanos sin
ocuparse de lo que es realmente importante, acompañar a quienes nos acompañan,
abrazar a quienes nos abrazan, custodiar a quienes nos custodian, ofrecer sin
esperar nada a cambio. Amar es dar sin esperar, y dando es como se recibe.
Todos queremos crecer en
nuestras labores terrenales, a todos nos gusta ser reconocidos por nuestros
pares y por nuestros superiores, pero esa es solo una faceta de la vida, la
vida es más amplia, más profunda, y el universo requiere que expandamos
nuestros corazones y nuestras mentes en post de una conciencia que trascienda
nuestro paso por la línea del tiempo, requiere que dejemos grabado en nuestro
camino las vibraciones que irradia nuestro ser.
Nadie es recordado por haber
sellado un papel, o por haber fichado un ingreso. La gente te recordará por el
tiempo que le dedicaste, por la calidad de tu presencia.
Tus hijos recordarán las noches
que te levantaste de tu cama para darles un remedio que los haga dejar de toser
para poder dormirse, los besos que les diste antes de que concilien el sueño,
la seguridad que les transmitiste ante los desafíos que la vida les presentó.
Tu pareja te recordará por el
amor con la que acompañaste cada instancia de su vida a tu lado, por tu
presencia en los momentos difíciles, por las miradas, por las risas, por los
momentos compartidos.
Lo materia queda en la tierra,
como el cuerpo que tenemos para transitarla.
Las vibraciones son eternas, se
graban en todo lo creado y se elevan con la energía que da vida al cuerpo para
incrementar las vibraciones de toda la humanidad. Si nosotros vibramos alto,
todos vibran alto, ya que la energía se expande en todas las direcciones y en
todas las dimensiones.
Lo que das vuelve.
Lo que creas serás.
Lo que creas crearás.
Ale Flores
3 de Abril de 2019
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