lunes, 25 de marzo de 2019

Te elevo hasta las manos de Dios



Siento que tus manos suavemente van soltando las mías, las que te extendí hace tiempo, y tardaste en tomar.

Tal vez mi llegada solo haya sido para ayudarte a transitar este cambio de estado, pero todavía tu corazón late, cuando hay vida hay esperanza, y a ella me quiero abrazar.

Quisiera observar a la enfermedad que tiene tomado tu cuerpo a través de tus ojos, fijar toda mi intención en mi mirada y desde quien soy en la luz ordenarle que se retire. Como tus ojos me estarán mirando llegará a tu mente ese rayo que te hará dejar de creer en el poder de la enfermedad, sobre el de tu propia voluntad.

No temas, mi querida amiga, no temas. Sea cual sea el paso siguiente es el que corresponde dar, en la inmensidad del universo no estás sola, los arcángeles guían tu camino, transitas lo que te corresponde, ya todos lo entenderán.

Tu espíritu es tan frágil como el cristal, viniste a traer ternura a este mundo, y sus bajas vibraciones resonaron tan fuerte que quebraron tu aura, dejando entrar en tu mente y en tu cuerpo lo que no existe en tu corazón.

Cuando este paso por la línea del tiempo culmine habrás dejado una estela tan amorosa que nadie podrá olvidar tu amor. Nadie que haya pasado por tu vida seguirá siendo el mismo, tenes el don de tocar almas, de acariciar con palabras, de abrazar desde la profundidad del amor.

Por algún motivo nuestras vidas se unieron en este instante, en este eclipse de luna que no te deja ver el sol. Levantate y anda, mi querida Sandra, hacia donde Dios quiere que vayas, deja que la tierra absorba el sufrimiento que siente tu cuerpo, liberate de los síntomas que no son tuyos, tu esencia es vida, y habita en el amor.

Te abrazo con todo el universo, te insuflo vida, te elevo hasta las manos de Dios.


Ale Flores
24 de Marzo de 2019
La Merecida
Silla Azul
Espacio Sagrado
Altar de Fuego








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