El ego se manifiesta en
diferentes formas, surge como estímulos externos que buscan una respuesta
intentan, respuesta que nace de creencias adquiridas que conforman nuestro ego.
El ego quiere reaccionar,
luchar, buscar entrar en guerras, en conflictos.
La paz habita siempre en el
presente, en el ahora, en el aquí.
La paz es la recompensa a quien
trasciende los conflictos del ego.
La paz es la recompensa del ser
por permanecer en el presente.
Por eso el presente es un regalo
al que aceptamos abriendo la mente, ya que al hacerlo llegan con más fuerzas
las energías del padre cielo, y la madre tierra.
Hoy escribo frente al mar, en
Mar del Plata, tuve que vencer a mi ego del ataque de otro y lo logre
situándome en el presente. La recompensa se manifiesta en el mar que me muestra
olas calmas que llegan a la orilla.
La recompensa es sentir el calor
del sol en mi piel, y llenar mis pulmones de aire puro. Solo en el presente
puedo ser consciente d este baño de vida, solo aquí y ahora puedo disfrutar de
este fruto de Dios.
Gracias Padre por este regalo,
gracias universo por este presente.
Ale Flores
23 de Febrero de 2019
Balcón departamento Mar del
Plata
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