¿Cuánta gente habita tu ciudad,
tu pueblo, tu barrio?
¿Cuántas personas entran en tu
casa, tu intimidad personal y familiar?
Tu cuerpo es tu casa, tu templo,
las vibraciones de quienes dejes entrar se fusionan con las tuyas.
Cuida tu cuerpo como cuidas tu
casa, cuida tu casa como cuidas tu cuerpo.
Cuida tus vibraciones.
Cuida tu energía.
Los guías te señalan el rumbo.
Retirate de donde sientas que tu
corazón se agita.
Quedate donde sientas paz.
La luz te asiste.
Ale Flores
3 de Noviembre de 2018
La Merecida
Silla Azul
Espacio Sagrado
Altar de Fuego
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