Umita se ha ganado el derecho de
usar mi cuerpo como su cama, de recostarse sobre mi cuando escribo, cuando
duermo o cuando miro televisión.
Ella sabe que disfruto de su
presencia, que el calor de su cuerpo eleva mis vibraciones, por eso sin ningún
reparo se acuesta sobre mi, se para sobre mi, salta sobre mi.
Juega con mis manos como si
ellas fueran uno de sus juguetes, me obliga a practicar contorsionismo para
poder escribir.
Ella goza de los derechos que le
da el amor, porque sabe que la amo, que la amamos, y que le permitimos todo con
tal de saberla feliz.
Para Uma.
Ale Flores
11 de Noviembre de 2018
La Merecida
Living
Con Uma
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