Nunca había experimentado la sensación
de tener miedo de escribir. Es la primera vez que estando en estado mental para
hacerlo, prefiero evitarlo.
Temo que mis emociones fluyan de
un modo incontrolable, ya que cuando escribo sucede eso, no las controlo.
El jueves pasado mi mamá se cayó
en la calle y se fracturó el fémur, su llamado telefónico no lo olvidare jamás,
por suerte mi hermano Mariano estaba cerca y llego enseguida. Rápidamente fui a
su encuentro, cuando llegue ya estaba en la clínica donde ahora permanece
internada esperando ser operada para luego hacer la rehabilitación que le permitirá
volver a caminar.
Mi vieja es la persona que me
enseño, entre otras cosas, a no preocuparme y eso es lo que intento todo el
tiempo, se que se va a recuperar, pero me duele saberla internada viviendo este
proceso.
Mi mamá está recibiendo todo el
amor que sembró, ella que nos acompaño a todos en nuestros padecimientos merece
ahora ser acompañada en el suyo, supo sembrar en todas las personas el amor que
ahora recibe, ella es una gran dadora de amor.
Mi mamá merece el bien estar, ya
que siempre se ocupo del bienestar de los demás.
Les pido a todos que le envíen algún
pensamiento de amoroso para que su
pierna izquierda se sane y vuelva a tener la firmeza que necesita para hacer su
vida normal.
Les pido a todos que le manden
un poco del amor que ella siempre supo sembrar.
Mi vieja es una gran mujer.
Mi vieja es un ser necesario en
este mundo que necesita tanto amor.
Para mi vieja, por su pronta recuperación.
Ale Flores
22 de Junio de 2018
La Merecida
Living
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