jueves, 24 de mayo de 2018

El puerto de mi ser




Mirar el fuego también es meditar.

Escuchar música, escribir, leer.

Fijar la atención en una sola cosa y dejar que el ruido mental se desvanezca, es meditar.

Por eso recomiendo que tengan perros y/o gatos, ya que ellos nos buscan cuando sienten que estamos estresados y jugando o acariciándolos el estrés se va.

Son también una gran compañía, nunca estamos solos cuando tenemos una mascota en casa.

En este momento escribo con Uma totalmente recostada sobre mi, siento el calor de su cuerpito que ocupa una superficie cercana al 1% del mío, pero de todas maneras su presencia es notable, y cuando por algún motivo no está en casa, su ausencia se nota.

Escucho música, la música que escucho cuando escribo, entre texto y texto me detengo en sus notas musicales y todo el tiempo las vibraciones que el autor grabo en ellas se equilibran con las mías.

Guardo silencio un instante para cruzar el puente musical de la canción, es el trayecto que me conecta a Dios, cierro los ojos y escucho. La música resuena en mi corazón que es la casa del señor en mi cuerpo, y de ahí se expande a cada una de mis células que vuelve a vibrar en armonía.

Navego en la profundidad de la música que recorre mis venas llegando hasta mis pelos y hasta los dedos de mis manos y pies.

Así me quedo, navegando por mi cuerpo a bordo de las notas musicales.

Aquí me quedo, hasta llegar al puerto de mi ser.


Ale Flores
20 de Mayo de 2018
La Merecida
Living
Con Uma




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