Amada Virgen Maria, que de tu
vientre nació el niño Jesús.
Amado Jose, que fuiste el protector
del hijo de Dios.
Amados San Pedro y San Pablo que
acompañaron los pasos del maestro en la tierra y están a su lado en el cielo.
Les pido que reciban en sus
brazos al alma de mi amigo Marcelo Alejandro Acosta.
Le pido a San Miguel arcángel
que lo libere de las ataduras de la tierra, de todas las bajas energías para
que pueda elevarse en perfecta unión con la luz.
Les pido que acepten recibir a
su espiritu, que lo ayuden a crecer, a evolucionar para que desde la pureza de
su alma se prepare para su próxima encarnación si el padre así lo dispone.
Ustedes saben que Marcelo fue en
la tierra una gran persona, que ayudó a todo el mundo y merece descansar en
paz. Disculpen mi atrevimiento por encomendarles su alma, su descanso, pero
saber que está en sus manos es el modo en el que yo podre descansar y aceptar
su partida física.
Confío plenamente en la
misericordia de la virgen, en la protección de San Miguel Arcángel, en la
compañía de San Pedro y San Pablo que lo conducirán hasta los brazos del maestro
Jesús para que con su bendición llegue hasta el padre.
Confío en la luz.
Confió en el amor.
Y en mi confianza descanso en
paz sabiendo a mi amigo en paz, descansando.
Gracias padre por esta
oportunidad.
Gracias al cielo por bendecirme
con la amistad de Marcelo.
Alejandro Flores
10 de Marzo de 2018
La Merecida
Silla Azul
Espacio Sagrado
Altar de Fuego
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