Ahí se va mi vieja después de
visitarme en mi espacio sagrado, hacia mucho que no venia, y al hacerlo
descubrió algunos cambios.
La veo irse caminando, como se
va el tiempo, sus piernas son las agujas del reloj que me recuerda que todo lo
que está ocurriendo alguna vez será recuerdo.
Ahí se va mi vieja, a sentarse
bajo un árbol, a ver jugar a mi sobrina Sofia, de tal solo 2 años.
Ahí se va mi vieja, y yo la
observo, veo en sus pasos el paso del tiempo, veo su presencia, que tanto me
nutre y ha nutrido.
Ale Flores
28 de Enero de 2018
La Merecida
Silla Azul
Espacio Sagrado
Altar de Fuego
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