Kika y Conny están tristes, se
nota en sus miradas, buscan afecto, y claro, falta alguien, el cuerpo de
Felicia ya no es visible a nuestros ojos y ellas lo sienten, como sienten
nuestras vibraciones.
Connita me miró y en sus ojos
pude ver su tristeza, le dije “te amo”, y se recostó sobre la
tierra, la misma tierra en la que ahora su madre se funde para ser eterna en la
eternidad del planeta.
Para nosotros Felicia trascendió
el tiempo, ya es eterna. Pero es cierto, todos estamos un poco tristes y aunque
sepamos que descansa cerca nuestro, su presencia no es completa, y eso la
convierte en ausencia.
Yo tengo que aceptar, tengo que
contener, contener a mi familia y ayudar a aceptar la perdida.
Tengo que jugar con ellas,
mimarlas, acariciarlas mucho sabiendo que todo el amor que nos damos también
vibra en Felicia.
Feli merece vernos felices, a
eso vino a nuestras vidas, siempre buscó levantarnos el ánimo y cuidarnos, con
las vibraciones altas cuidamos de ella, le garantizamos un buen descanso, el
que ella se merece, el que le corresponde por haber sido una gran perra.
Ahora sos ojos brillan en la
luna y en las estrellas. Ahora su ladrido es el viento, su presencia el calor
del sol, y tocar el agua es acariciarla a ella.
Ale Flores
12 de Noviembre de 2017
La Merecida
Silla Azul
Espacio Sagrado
Altar de Fuego
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