Lo real, para nosotros, es lo
que creemos.
Si cambiamos las creencias
cambia nuestra realidad.
Esa frase sola ya justifica un
envío, un texto que permite revisar en nuestro interior cuales son las cosas
que queremos cambiar, que cosas ya no queremos esperar, o que personas ya no
necesitamos en nuestras vidas.
Soltar siempre alivia las cargas
y nos permite avanzar más livianos en el camino de la vida.
A mi me cuesta soltar, me cuesta
retirar de mi mente a las personas que creo que me corresponden, no por sentir
pertenencia, sino por correspondencia, por saber que el vinculo con esas
personas nos permite crecer a ambos, pero en algunos casos lo que pensamos
nosotros no es lo que piensan los otros, y viendo en el espejo que nos
presentan, podemos cambiar nuestra observación.
Siempre doy todo lo que puedo, y
siempre creo que puedo dar más. Pero he sabido aceptar donde no soy
correspondido, y por ende, de donde me debo retirar, siempre, pero siempre,
totalmente convencido de haber hecho lo mejor desde la tranquilidad de mi
conciencia, sin mezquindad, sin buscar mi única conveniencia en ninguna
situación, en ninguna relación.
Adiós, no solo es una forma de
despedirse, es también un modo de desearle a la otra persona que Dios la
acompañe, por eso, cuando es necesario, simplemente digo A-Dios.
Ale Flores
19 de Octubre de 2017
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