martes, 12 de septiembre de 2017

Vivir solo cuesta vida


He lamido (tantas veces) mis heridas, que aprendí a sanarme a mi mismo.

Mi intuición me ha mostrado el camino, me alertó de situaciones que deje ocurrir sabiéndome protegido.

La conciencia que despierta paso a paso, va mostrando las luces del camino, las alertas, las señales, los desvíos, los atajos y senderos peligrosos.

“Vivir solo cuesta vida”, dijo el Indio, encerrando en una frase tantas cosas…

¿Cuánta vida perdemos por ganarnos la vida?

¿A cuántos sueños renunciamos por dormir cómodamente?

¿Cuántas horas de vida le donamos a la muerte?

Escribo este instante de lluvia, bajo un cielo gris sobre un mundo convulsionado, ya voy por la mitad de año 44 con este cuerpo, contemplo el presente, conozco el pasado.

Lo único real es esa gota que cae del cielo y al llegar forma un charco, un charco que mañana absorberá la tierra, como absorberá mi cuerpo cuando aquí lo haya dejado.

¡Estamos de paso señores, y esto es la vida!. Con lo que nos gusta y lo que no, solo podemos cambiar lo que pensamos, el resto es y será siempre de ella. Podemos beber la gota, o dejar que se haga charco.

Solo elegimos lo que pensamos, lo demás es de la vida, solo de ella.


Ale Flores
9 de Septiembre
La Merecida

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