He lamido (tantas veces) mis
heridas, que aprendí a sanarme a mi mismo.
Mi intuición me ha mostrado el
camino, me alertó de situaciones que deje ocurrir sabiéndome protegido.
La conciencia que despierta paso
a paso, va mostrando las luces del camino, las alertas, las señales, los
desvíos, los atajos y senderos peligrosos.
“Vivir solo cuesta vida”, dijo
el Indio, encerrando en una frase tantas cosas…
¿Cuánta vida perdemos por
ganarnos la vida?
¿A cuántos sueños renunciamos
por dormir cómodamente?
¿Cuántas horas de vida le
donamos a la muerte?
Escribo este instante de lluvia,
bajo un cielo gris sobre un mundo convulsionado, ya voy por la mitad de año 44
con este cuerpo, contemplo el presente, conozco el pasado.
Lo único real es esa gota que
cae del cielo y al llegar forma un charco, un charco que mañana absorberá la
tierra, como absorberá mi cuerpo cuando aquí lo haya dejado.
¡Estamos de paso señores, y esto
es la vida!. Con lo que nos gusta y lo que no, solo podemos cambiar lo que
pensamos, el resto es y será siempre de ella. Podemos beber la gota, o dejar
que se haga charco.
Solo elegimos lo que pensamos,
lo demás es de la vida, solo de ella.
Ale Flores
9 de Septiembre
La Merecida
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