Hay momentos en los que los días
se presentan nublados, en los que los pensamientos se vuelven grises, tan
grises como el cielo.
Momentos en los que buscamos ver
que camino debemos tomar, sin siquiera ver caminos.
A veces la esperanza parece
perderse, pero no podemos bajar los brazos, ya que hacerlo nos derrumba, y al
derrumbarnos nosotros, se derrumba nuestro entorno.
Hoy estoy aquí para aliviar el
peso de mi espalda, para quitar las cargas de mi mente, y para volver a ver el
sol.
Hoy estoy aquí para encontrar en
la mirada de mi perra Conny el brillo de mis ojos, que tal vez creí perdido.
Hoy escribo para fluir, para
volver a fluir con el ritmo de la vida, con la energía de la vida, porque
escribir es mi modo, comunicarme es mi camino, y al hacerlo puedo dar lo que
vine a dar, dejar lo que vine a dejar.
Yo no soy mi empleo, ni mis bienes
personales, yo no soy mis cargas, ni mi
cuerpo físico.
Yo soy una energía del cielo
viviendo una experiencia terrenal, soy un hijo de Dios en la tierra viviendo
una experiencia para evolucionar.
Ale Flores
8 de Junio de 2017
La Merecida
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